sábado, 22 de noviembre de 2014

Un amor encarnado, en la fiesta de Cristo Rey

Celebramos hoy la Fiesta de Jesucristo Rey del Universo. Con esta fiesta terminamos el año litúrgico y comenzamos el próximo domingo el Adviento, es decir la preparación para la Navidad.

Como termina el ciclo litúrgico, el evangelio es de “Juicio final”. El texto dice así:


    Jesús dijo a sus discípulos:
    Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y Él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda.
    Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: «Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver».
    Los justos le responderán: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?»
    Y el Rey les responderá: «Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo».

  Luego dirá a los de su izquierda: «Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron»
    Éstos, a su vez, le preguntarán: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?»
    Y Él les responderá: «Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo».
    Éstos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna». (Mt 25, 31-46)

Cada vez que leo o medito este texto me viene a la memoria una frase linda de San Juan de la Cruz que me gusta mucho, en la creo describe muy bien el espíritu del evangelio: “en el atardecer de la vida seremos juzgados en el amor”.


El texto del “Juicio” del capítulo 25 de Mateo que leemos hoy es la continuación de texto de los talentos de la semana pasada.

No enterrar los talentos y multiplicarlos nos decía el Señor el fin de semana pasado; hoy nos invita a amar a Jesús en el otro.

“En cada uno de ellos estoy yo” dice el Señor. En cierta manera podríamos decir que Jesús juega "a las escondidas" en el necesitado: los hambrientos, sedientos, enfermos, presos, solos.

Es una invitación a vivir un amor encarnado. El amor tiene rostros concretos y se traduce en gestos. Y no necesariamente gestos para que los vean o diciendo lo hago por Jesús.

Estos hombres que leemos en el evangelio se sorprenden al escuchar lo que el Señor dice y se preguntan: ¿Cuándo lo hicimos con vos? No estaban especulando con “lo hago por Dios”. Solo vivían el amor, solo tenemos que vivir el amor.

La única pregunta valida sería “¿Qué haría Jesús en este momento?” y listo. Pregunta que se tiene que hacer constante y estilo de vida.

Terminando el año litúrgico, en la fiesta de Cristo Rey, dispongamos el corazón para que Jesús Reine en nosotros y su estilo de vida sea el nuestro.

No nos olvidemos que seremos juzgados en el amor, no por la cantidad de las cosas, sino por como hicimos las cosas…


 Bendiciones para todos...

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